jueves, 31 de octubre de 2013

No quiso


No quiso la rosa ser orquídea
¡Y tanto que me pareció
Nívea flor entre agrestes ramas
Que de casta, empalideció!...
Como purísima y diáfana,
En un instante la vi
Blanca, límpida, inmaculada…
La guardé en un suspiro, y me fui.