Extraños, en cierta forma,
desconocidos.
Éramos de esas gentes
que son diferentes pares
por más que anden de a dos.
Hubo (debió
haber sucedido)
atardeceres en mares
de cemento,
pero por floridos
que sean los cuentos
los pareceres son pesares
y éramos, en conjunto,
un asunto deslucido.
Punto.