Quién hubiera dicho
Que seríamos
Sólo esta sucesión
De pausas, de silencios;
Que seríamos sólo
Dos estaciones
Entre un sonido irreversible
Y otro.
Y que habría
Cualquier esquina
Para encontrarte,
Aunque no estuvieras
Exactamente ahí,
Aunque la lluvia
Limpiara la calle
Y te volviera,
Como siempre,
A ese punto
Que ni siquiera conozco
Y donde no existe
El tiempo giratorio;
A ese instante
Que anuncia
Que ya no seremos los mismos
Y que habrá para escapar
Cualquier pasado.
Quién hubiera dicho
Que ibas a llevarte
Una suave impresión mía
Y que acabaríamos por descansar
En este crepúsculo
Y en esta brisa
Mutuamente refrescados.
Te irás. Es cierto.
Hay un mundo que
No nos pertenece;
Aunque haya para reír
Otros milagros
Y la misma esfera
Nos sitúe, a veces,
En un mismo espacio.