Vas a decirme, ahora,
Con esa dosis justa
De dogmático descaro
Que, a veces, se te escapa
Que hubo otras vidas.
Es tarde. Lo sé.
Es tarde para hoy
Y, los de aquella Buenos Aires.
Quién sabe
Si este verso
Me pertenece
O si antes lo escribieras:
"Como un río que agita
Y arrasa las costas
A su paso
Fuimos, quizá,
En otra vida.
Y en esta,
Sumergida
El alma fluye
Por otro brazo,
Por otro cauce
E Intuye
Todavía,
Todavía..."
Quedarme
Un rato demorada.
Quedarme
Como si nada pasara
O como si todo aconteciera
En un jazmín
Dejar quieta la mirada;
Soltar un momento
En la maceta,
Bioma de arcilla:
Llanura, valle, meseta;
Principio y fin
De la flor.
Quedarme,
Ser, apenas,
Un espectador
A la otra orilla
Del tiempo,
En una silla.
Insistir,
Persistir
En un capricho
Es abrir un hueco,
Un nicho, una fosa,
Donde un eco
Se refleja
Y el alma
No reposa.
No sé.
Será que algo se detuvo
Y que hubo en ese beso
También eso que dijimos.
¿Qué fue?
¡Que nos quisimos!
Cuando sus ojos
Se me van, como
Cayendo, y con
Ellos, se diluye,
Se evapora,
Y apenas fluye
La noche en la hora;
Cuando es ahora
El momento
De soltar y contraer;
Cuando ansío comprender
Por qué hay cierto
Placer en padecer;
Cuando olvido
Hacia dónde
Se ha me ha ido
Ese querer
O no sé
En qué punto,
O en qué gota
De rocío
Lo dejé,
Vuelve el alma
Al rezo
Y al beso
Que no fue.
Linda,
Despampanante.
Azúcar, sal
Y picante.
Un dorado
En los colores;
Una flor
Entre las flores.
Un ruido
Intenso,
Inmenso,
Explosivo.
O quizá,
Un sonido
Parecido
A un cascabel.
También,
La fantasía,
La magia y
La alegría
De un niño
En un carrusel.
Y además,
Un poco mía,
Es Noel.
Para no olvidar
Lo digo:
Muy cerquita
De tu ombligo
Hay un lunar
Que es una isla
En el mar.
Para no olvidar
Lo apunto:
Por esas costas
No iré a nadar.
Punto.