jueves, 12 de octubre de 2023

El bautismo de no sé quién

RELATOR: Tan - tan - tan - tan. El órgano parroquial suena con entusiasmo. Nadie lo escucha. Ni el cura ni los novios oyen el armonioso sonido de la marcha nupcial. Los tres perdieron el oído hace tiempo. 

Los bancos de la iglesia están a medio llenar. El resto de la nómina pasó para el otro plano. Punto a favor: 50 por ciento off en cotillón y en catering. 

El sacerdote, un gordo que fue algo picante y macanudo hace al menos dos décadas, hoy reza dos veces los misterios gozosos en sus oraciones diarias y toma una docena de remedios: píldoras amarillas, verdes, rojas. ¿Las azules? No, esas mejor las guardamos para otro momento.   

Ahora, junto a los novios en el altar, el anciano sacerdote se pregunta quién es el joven monaguillo que le hace indicaciones. Al monaguillo no se lo describe en el presente relato porque los monaguillos son más o menos todos iguales: siempre van de túnica blanca, etc., y siempre intervienen cuando es debido.

MONAGUILLO: La celebración ha comenzado.

RELATOR: El sacerdote no sabe de qué le habla. 

SACERDOTE: ¿Esto es un bautismo?, ¿Quiénes son estos los feligreses junto a mí en el altar? 

RELATOR: ¿Habrán de pedir a Dios por su artritis cómo él?, piensa. 

MONAGUILLO: Son los novios, Padre.

RELATOR: El monaguillo hace todo tipo de gesticulaciones e  insiste en hacer señas que el sacerdote no entiende.

SACERDOTE: ¿Cómo pueden ser los novios? ¿Habrá querido decir los abuelos de los novios?

RELATOR: se pregunta el sacerdote. (Pausa) El órgano suena muy enérgico, cada vez con mayor fuerza hasta que los invitados se ponen de pie.

NOVIA: ¿Quién es la novia?

RELATOR: dice la mujer con el tul blanco en la cabeza.

MONAGUILLO: Es usted, señora. Prosigamos, Padre. 

RELATOR: El cura inicia la boda. Los novios se ponen ansiosos. Ella se quiere sentar ¡ya! Y El también. Por fin llega el momento clave, en dónde los caminos de los hombres se unen ante Dios. 

SACERDOTE: ¿Quiere usted tomar por esposo a este hombre hasta que la muerte los separe?

RELATOR: La mujer con el velo responde:

NOVIA: ¿Por qué no responde la novia? ¿Lo habrá plantado? Y ¡Qué feo es el novio!

RELATOR:  Y el novio pregunta:

NOVIO: ¿En dónde estamos, querida? 

RELATOR: Entonces, dice el cura: 

SACERDOTE: Los declaro unidos en Sagrado Matrimonio, en el nombre del Padre y del Hijo, y del Hijo, y del Hijo, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Demos gracias a Dios.

RELATOR: Los novios salen del altar uno del brazo del otro. Los invitados aplauden y se ponen de pie. Tras una larga fila… bueno… larga en un 50%, se enfilan los invitados de la pareja de flamantes tórtolos. (Pausa) Fuera de la Iglesia, ya como recién casados, la mujer del velo blanco sobre su cabeza mira al marido y dice: 

NOVIA: Buena la película, ¿no?

RELATOR: Y él responde:

NOVIO: Sí, ¿cómo se llamaba el actor?