domingo, 9 de diciembre de 2012

El divorcio del cuerpo y el alma

El alma, apenada,
Se fue a confesar:
- "El cuerpo y yo, nos
Queremos separar.
Me tiene agobiada
Su existencia banal,
Su goce mundano
Me resulta infernal.
No siento más júbilo
Ni dicha en la unión,
Y he venido, Padre,
A pedir su absolución".
- "No puedo, hija,
Darte el perdón.
Te has desposado
En matrimonio,
Y el divorcio, sabes,
Es cosa del demonio.
Pero reza y ten clemencia
Que él tomará consciencia
Y por sus pecados 
-el cuerpo-
Hará penitencia".
Cosa rara, el alma
Suspiraba, cuando
Al que habita volvía,
Abnegada. Iba como  
Dispuesta a conversar;
Mas la carne
La quiso desalojar.
El cuerpo estaba
Agotado, pues no
Hallaba solución para
Una situación que
Hacía mucho tiempo
Lo tenía fastidiado.
"Que lejos de virtuosa,
Era, más bien, una
Ociosa. Una mojigata,
La eterna adolescente,
Soberbia e ingrata,
Que no conocía
El sudor de la frente",
"Una delincuente que
Vivía en su mente
Sin haber trabajado,
Ni aportado... Ni
Siquiera cooperado
Para que funcionara
El binomio... Que le
Había dado, nomás,
Noches de insomnio";
"Que Platón, estaba
Errado. Que era hora
De que el mundo
Lo supiera... Que
Ella era la carcelera,
Y que de eso se daba
Cuenta cualquiera!"
En fin, le dijo
Que se fuera:
"Más abajo del intestino
Y del riñón, si el ánima
Se anima. Que,
¿A qué darle el corazón
A quien se dispone
De inquilina?" En terapia
Conyugal siguió la
Negociación, mas del
Diván salieron sin
Reconciliación. Al concluir
La sesión, sugirió
El analista, que mejor
Que a terapia fueran
Con un jurista.
Así es que firmaron
El expediente que
Los desvincularía
Legalmente."Excelente,
Hemos dado inicio
Al trámite que cesará
Esta sociedad contractual",
Dijo el cuerpo, y
El alma: "¿Cuánto tardará?"
"Ser paciente, deberá,
Por más vía expedita
Que se interponga,
Entiéndame, alma
Bendita, que no es
Materia legal; Que se
Divorciará del cuerpo
En la hora final".

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