martes, 25 de junio de 2013

Amor eterno, el de los difuntos

¿Qué será de aquellos
Dos?, Me pregunto. ¿Si
En el purgatorio o
O en el cielo, andarán, 
Los difuntos? ¿O, acaso,
En el infierno arderán
Sus cuerpos juntos?
¿Cuál de ellos habrá
Muerto primero, la
Amante, sin alcurnia,
O el ilustre caballero?
!Y cuánto se habrán
Querido, en la vida, y
Extrañado, para vivir
La muerte entera
Como helados 
De enamorados!
¿Y cómo fue que
La amante, indiscreta,
Fue finada en la
Bóveda familiar
De la Recoleta?
Qué alguien explique
La trastada:
¿Por qué no fue  
Cremada la mujer
Desacertada?
Y si es cierto que
La propia legítima,
No la pudo exhumar,
Y que a ella
En otro nicho,
La tuvieron que
Enterrar. ¡Que se
Vuelven a doblar
Las campanas del Pilar
Sobre las viejas
Paquetas del lugar,
Y que se oyen
Las indignaciones
De varias generaciones
De ánimas que
Se indisponen,
Nomás, de ver,
Pegaditos los cajones!

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