martes, 19 de noviembre de 2013

De no ser

A veces, me siento melancólica
Y herida, y me alegra
No ser la luz rosácea
De la aurora
Que atraviesa la ventana,
Los malvones, las vísperas,
El beso parroquiano,
La obligación conyugal.
Y te veo
Inevitable y violento
Como un viernes
O un rayo
De hielo azul
Espejado
En un punto indivisible
Del pensamiento;
Y me alivia no ser  
La húmeda sombra
Que se funde con el eco
Del jazmín
Cuando la tarde grazna,
Sino el susurro
Del sauce que llora
Su llanto celeste.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario