Ahora que sabés
que te quiero
y que sé, por fin,
que también me querés
puede que de una vez
haga conmigo una tregua
y al aire te devuelva
para que un día,
como de una nube,
bajes a éstas tierras,
libres de fantasías.
y plantemos la bandera
de una amistad duradera.
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