Cuando tu pelo danzaba
A mediados de un enero
Como las ramas del ceibo;
Sobre la hierba
silvestre
Que nace bajo
el álamo
Allí, reías,
brisa diurna,
Perfumada de eucaliptos;
Soberbia naturaleza,
Manos de
arcilla y barro:
Eras de la
tierra
Y para mí,
Del cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario